
El novel jugador sabe que esta disciplina requiere de entrega y dedicación, por lo cual los instructores le asignaron esa posición por ser uno de los jugadores que más le gusta entrenar durante la semana, y su sitio se lo gana gracias a ese esfuerzo; "Me gustaría jugar en Estados Unidos, me gusta mucho el futbol americano, me trajeron desde chico y deseo triunfar”, fueron las palabras del infante.
En compañía de su familia el jugador ha conquistado triunfos en otras divisiones de esta agrupación, a la que le ha tomado un gran cariño, y le gusta el futbol americano porque se puede entrenar a diario, puede concentrarse y ante todo porque sus padres le han inculcado ese amor por el deporte, por la entrega y el trabajo.
"Siempre vienen a verme mis papas, mis abuelitos y este deporte une a la familia, por eso estoy feliz de venir a jugar, entre semana a entrenar y también de ir a la escuela porque sólo así se puede llegar muy lejos en lo que uno se ponga de meta”.